Desde que el hombre mira hacia el cielo y se pregunta lo que hay más allá, ha imaginado la posibilidad de la llegada de seres de otros planetas. La idea de la existencia de vida inteligente fuera de nuestro planeta ha sido una fuente constante de inspiración para la ciencia ficción y la literatura. Pero, ¿qué pasaría si esa idea se hiciera realidad?
Fue una noche como cualquier otra, cuando de repente, en los monitores de las agencias espaciales de todo el mundo comenzó a registrarse una señal extraña. Inicialmente se pensó que podía ser un error, pero a medida que se analizaba su contenido, la realidad se hacía cada vez más clara. La señal venía de una nave que se acercaba a la tierra.
El mundo entero entró en estado de alerta, las agencias espaciales, los gobiernos y las fuerzas militares comenzaron a trabajar juntos para prepararse para lo que pudiera ser una amenaza contra toda la humanidad.
Finalmente, la nave aterrizó en el desierto de Nevada. Desde la distancia se podían ver sus enormes dimensiones, era la cosa más grande que el ser humano había visto en toda su historia. Los líderes mundiales se reunieron para decidir cuál sería la mejor forma de acercarse a la nave y así, se decidió enviar una misión de contacto liderada por un equipo de científicos y expertos en lenguaje.
La primera reunión fue intensa. Los seres que salieron de la nave eran completamente diferentes a cualquier cosa que se haya visto antes en la Tierra. Eran altos, con piel gris y ojos profundos. A pesar de su apariencia, parecían pacíficos y hablaban usando un lenguaje desconocido, pero que los expertos pudieron comenzar a comprender.
A pesar de las apariencias, la llegada de los extraterrestres no fue pacífica. Los seres no eran hostiles, pero sí venían en busca de algo que necesitaban para salvar sus propias vidas. La Tierra tenía un recurso que era único en el universo, un recurso que era vital para la supervivencia de su planeta de origen. Los invasores del espacio buscaron el contacto con la Tierra para obtener ese recurso.
Para la mayoría de los líderes mundiales, esto fue una clara amenaza contra la supervivencia de la humanidad. Sin embargo, algunos líderes vieron esto como una oportunidad para establecer relaciones comerciales y tecnológicas con los invasores, ya que su avanzada tecnología era impresionante.
Finalmente, las negociaciones fracasaron. El planeta de los invasores estaba muriendo y decidieron que no había otra opción que apoderarse del recurso vital de la Tierra. Fue entonces cuando comenzó la guerra. Los invasores lanzaron sus armas y las fuerzas militares de la Tierra, enfrentaron el desafío con su propio armamento.
Lo que siguió fue una guerra brutal y sangrienta. En el transcurso de la guerra, los científicos lograron descubrir la debilidad del invasor y mediante una estrategia lograron triunfar sobre los invasores del espacio.
Luego de toda la lucha y el sufrimiento, se hizo evidente que el recurso que los invasores buscaban en realidad tenía efectos tóxicos en su planeta. Afortunadamente, la comunicación entre ambos planetas se estableció y hoy en día se colabora en proyectos científicos de varias índoles, cuyos beneficios se extienden más allá de lo que ambos planetas habían imaginado.
Con el tiempo, la relación entre la Tierra y los invasores del espacio se ha ido estabilizando. Hoy en día, la humanidad ha aprendido a respetar a las diferentes formas de vida en nuestra galaxia y se ha consolidado como un actor importante en el universo, formando alianzas con cada nueva especie con la que entra en contacto.
A pesar de todo lo que se ha vivido, el futuro parece prometedor, ya que las oportunidades que se han presentado como resultado de la llegada de los invasores del espacio parecen interminables.